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viernes, 20 de abril de 2018

ESPANTAPÁJAROS




                                          ESPANTAPÁJAROS

Lawrence McQueen, más conocido como “Larry, el Flaco”, nunca hubiera esperado encontrar una gasolinera en aquel remoto paraje, a decenas de millas de cualquier vestigio de civilización.
A juzgar por la maleza más que incipiente de su parte frontal y los letreros desvaídos, diríase que la vetusta instalación había plantado allí sus reales unas cuantas décadas atrás.
 Larry, “el Flaco”, jamás hubiera sospechado, además, que hallaría una persona al cargo de aquel negocio, ruinoso a todas luces, esperando con infinita paciencia a que alguien se extraviara en ese rincón de Texas dejado de la mano de Dios.
Aunque, eso de persona o ser humano era relativo. El tipo que acudió al encuentro de Larry y su Range Rover, recordaba más bien a un singular espantapájaros.
Lucía una increíble mata de pelo rojo que parecía haber sido el escenario reciente de una encarnizada pelea de gatos. Emergía ésta como una cascada alborotada por debajo de las alas de un aparatoso sombrero de paja que a duras penas lograba cubrir el cráter de aquella especie de volcán desmelenado. Una gruesa camisa de franela, amarrada en la cintura a la manera de un fraile, caía sobre un viejísimo pantalón de pana a media pantorrilla.
—¿Llenamos el tanque, caballero?
Larry respingó. Se sorprendió de que el espantapájaros supiera hablar.
—¿Qué?—titubeó, desconcertado.
Luego, se echó a reír al reparar en lo absurdo de la situación. El empleado pelirrojo se quedó mirándolo con expresión malhumorada.
—¿Qué demonios le hace tanta gracia, amigo? —sus ojos refulgieron bajo las tupidas cejas, a juego con la espesa pelambrera—. Si me lo cuenta, a lo mejor nos podemos reír juntos—añadió, mientras permanecía muy quieto.
—Perdone, no pretendía ofenderlo—se apresuró a replicar un acongojado Lawrence—. Es que usted me ha recordado a un amigo mío, muy gracioso.
Desde luego, improvisar nunca había sido el fuerte de Larry. Sin embargo, el sorprendente pelirrojo pareció aceptar de buen grado su peregrina declaración. Su rostro de duende iracundo mutó en payaso bueno mientras procedía a llenar el depósito.
Cuando Larry extrajo la cartera, el espantapájaros volvió a sorprenderle.
—Guarde eso, por favor, invita la casa.
Larry trató de insistir, pero el empleado se mantuvo firme.
—He dicho que no—su tono de voz no admitía réplica—¿Acaso le sobra el dinero, amigo? 
Larry desistió en su afán, le dio las gracias y se despidió.
—Oiga, oiga, no tan deprisa, no tan deprisa—el pelirrojo se interpuso en su camino—. No quiero su dinero, pero sí necesito que me haga un pequeño favor.
El extraño individuo se tocó su llamativo sombrero de paja.
—¿No tendrá por ahí un trozo de lana roja para sujetar mi sombrero? Es que se me cae todo el tiempo, ¿sabe?; y eso es muy molesto, amigo, eso es terriblemente molesto.
—¿Lana roja, dice? —consiguió articular Larry—. Pues no, lo siento. No la tengo, ni roja ni de otro color…
—Necesito lana, lana roja,—recalcó impaciente—y la necesito ahora—. Remató, al tiempo que agarraba, furioso, el sombrero con ambas manos tratando, en vano, de encasquetarlo mejor.
A Larry le recordó un niño caprichoso en plena rabieta.
Rápidamente, se introdujo en el coche, arrancó y se dispuso a largarse de allí cagando leches. Aquel tipo estaba peor que una regadera.
El espantapájaros, moviéndose a una velocidad prodigiosa, ocupó el lugar del copiloto.
Antes de que Larry atinara a reaccionar, el hombre se quitó el sombrero con gesto solemne y lo sujetó contra su pecho. En su cara de duendecillo gruñón se dibujó de pronto una mueca de absoluta tristeza. Luego, le habló a Larry por última vez, y su voz sonó profundamente abatida, al tiempo que el rictus desolado se acentuaba en su rostro sombrío.
—Tenga cuidado con el hilo rojo, amigo. Es la señal de la muerte.
Cerca de media hora y unos 40 km. después, circulando de nuevo por la autopista, de regreso al mundo civilizado, Larry reparó en que el extraordinario personaje había olvidado su sombrero. Si no fuera por aquel contundente detalle, habría jurado que acababa de despertar de una perturbadora pesadilla.
En ese momento sonó el móvil conectado al GPS.
—Larry, por fin, ¿dónde estabas? —la voz de su esposa Mary sonaba levemente irritada—. Llevo llamándote toda la mañana.
—Me perdí, nena. Tomé una ruta equivocada. Pero ya estoy en el buen camino, a pocos km. de casa.
—Tommy actúa hoy en el Festival del cole, dentro de una hora escasa. He tenido que salir a la carrera a comprarle una cosa para su disfraz. Así, de repente, se le ocurrió que le hacía mucha falta. Bueno, adiós amor, tengo muchas ganas de verte—. Mary se despidió con un sonoro beso.
—Adiós, preciosa, tantas como yo a ti. Y el beso, mejor en vivo—. Remató Larry, añorando los carnosos labios de su esposa.
Luego se esforzó, sin éxito, en recordar la obra de teatro que debía representar su hijo
Unos 10 minutos más tarde, enfilaba la larga avenida que conducía a su hogar. A lo lejos, a la altura de su chalet, divisó un corrillo de gente ocupando el paso de cebra que permitía cruzar hasta la mercería de enfrente.
Segundos después, se encontraba contemplando el cuerpo inmóvil de su esposa que yacía sobre el asfalto, víctima de un brutal atropello.
Sonámbulo, reparó en la bolsa de la mercería que aún aferraba la mano inerte de Mary. Entre las finas asas, asomaba una gruesa madeja de lana roja.
En ese momento se hizo la luz en el cerebro de Larry.
La obra de Tommy era “El Mago de Oz” … y también supo con absoluta certeza cuál de los tres personajes masculinos tenía que interpretar su hijo.
En sus oídos resonó una voz, aterradoramente familiar.
“Puede apostar lo que quiera a que el sombrero se le va a caer. Y eso es molesto, amigo, eso es terriblemente molesto.”
Después, la luz se apagó y todo fue negrura.

                                                  









61 comentarios:

  1. Tus COMENTARIOS siempre son BIENVENIDOS. Muchas GRACIAS.

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  2. Magnífico relato. Muy bien llevado hacia un desenlace trágico e inquietante. Me ha gustado mucho.

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    1. Celebro que te gustara, Marta. Gracias por pasarte y comentar. A ver cuando subes el turyo. Saludos cordiales.

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  3. Un estupendo relato, con unos personajes muy bien definidos, interesante de principio a fin... ¡¡me ha tenido enganchada!! Enhorabuena, espero que tengas mucha suerte en el concurso

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    1. Me alegro de que lo disfrutaras, Chari. Mi afán al escribir es tratar de atrapar al lector y no soltarlo. Así pues, objetivo logrado. A ver si animas a participar en el concurso. Saludos cordiales.

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  4. Muy buen relato, Paco. Con unas pocas pinceladas has hecho cobrar vida al espantapájaros de pelo enmarañado. Y, como siempre, sorprendes con un desenlace que deja en el estómago una sensación inquietante.
    Un abrazo y enhorabuena

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    1. Hola, Ana. En efecto, la idea era esa: animar un personaje normalmente inanimado describiéndolo con la mayor fidelidad posible, para que el lector sea capaz de verlo como si lo tuviera delante. Ya sabes que los desenlaces inesperados son mi debilidad. Un abrazo.

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  5. Hola Paco aquí estoy, te conocí en el Tíntero de marzo como lector de mi relato y ahora veo que te has animado a participar, genial. Me ha sorprendido la historia del espantapájaros en la gasolinera, que imaginación relacionarlo con el personaje que interpreta el hijo del otro personaje y ese final, vaya, vaya, no me lo esperaba. Las descripciones me han enganchado en la intriga. Un abrazo

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    1. Sí, eso es lo que busco en mis relatos: enganchar al lector y sorprenderlo. Me satisface haberlo logrado contigo.
      Un abrazo.

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  6. Paco como te te dije te he visitado y me ha gustado mucho este relato. Has tenido todo el tiempo la intriga. Y por lo que leo lo presentas al concurso del Tintero de Oro. Pues te deseo mucha suerte y adelante compañero.

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    1. Los relatos de suspense e intriga son mi debilidad, como lector y como escritor: escribo lo que me gustaría leer.
      Nos vemos en el concurso. Saludos.

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  7. Hola Paco. Tras tu amable invitación, aquí estoy en tu blog, disfrutando de este relato de terror tan apasionante y bien escrito. Enhorabuena.
    No será la única vez que me veas por aquí. Un saludo.

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    1. Vuelve cuando quieras, Bruno. Me alegro de que te lleves una buena impresión en esta primera visita.
      Saludos cordiales.

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  8. Gracias por tu invitación.
    Muy buen relato.
    Suerte en el concurso.
    Saludos.

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  9. Hola, Paco:
    Como Bruno, tras tu amable invitación vengo a leer tu blog. Acabo de leer este relato que me ha gustado mucho. Juegas con los planos de lo real y lo irreal de una manera mágica. La ubicación, allá en USA, la contextualizas a las mil maravillas. escribes muy bien, amigo. Te auguro buen resultado en el Tintero.
    ¡Ah! Aunque los relatos los publico en mi blog que llamo "Reflexiones", el principal y al que me dedico de continuo es el que llamo "El blog de Juan Carlos" en Blogger. Te invito a visitarlo.
    Yo del tuyo ya me acabo de hacer seguidor.
    Un abrazo

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    1. Celebro que te gustara, Juan Carlos. Agradezco tu extenso y generoso comentario.
      Apunto tu blog, pues. Saludos cordiales, compañero.

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  10. De Castropol nos vamos a Texas, y ésta versatilidad es síntoma de tu imaginativo contar, y mira que no es fácil situarlo no solo en otro país, que te arriesgas hasta con otro continente.
    Me ha gustado, tan visual que es imposible no ver al espantapájaros.
    Los diálogos funcionan, ágiles y bien resueltos. Buena armonía y distribución entre la parte narrativa y la dialogada.
    Luego hay un giro inesperado, el del lazo rojo y sus consecuencias posteriores. Todo se enlaza... y cobra sentido, el sentido que puede tener un relato donde has jugado con la fantasía, como tiene que ser.

    Buen trabajo Paco. Un abrazo y suerte en tu primer tintero.

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  11. Bueno, lo de Texas lo puse por lo de la carretera solitaria, es un escenario muy adecuado para situar relatos más o menos misteriosos.
    Muchas gracias, Isabel, aunque ya se sabe que lo importante es participar, que te lean y te valoren, especialmente escritoras de tu categoría. Otro abrazo más.

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  12. Precioso relato con triste final. Te felicito, Paco. Un abrazo

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    1. Siempre busco sorprender al final, cogiendo al lector desprevenido. Gracias, Ana. Un abrazo.

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  13. Gracias, Paco, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!

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    1. Gracias a ti, David, por organizarlo. Poder participar por vez primera ya es toda una suerte. Un Abrazo.

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  14. Tu relato me ha atrapado desde el inicio al final, con el hilo conductor del ovillo de una historia muy bien contada. Emocionante. Paco.
    Suerte en el concurso. Un saludo.

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    1. Siempre me ha gustado leer relatos claros, legibles, coherentes y con inesperados giros argumentales. Así, trato de escribir los míos, situándome en el lugar de los lectores.
      Muchas gracias, Carmen. Un abrazo.

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  15. Hola Paco. Me has atrapado con tu historia. Hay un excelente equilibrio entre la narración y la frescura de los diálogos. Trabajas con unas escenas muy bien logradas y una trama que se va desenvolviendo de modo muy natural, con un personaje muy fuerte como el espantapájaros. Me ha gustado mucho, Paco. Te deseo la mejor de las suertes para el concurso del tintero. Un abrazo.
    Ariel

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    1. Antes se me pasó comentarte, Ariel, que yo también valoré algún relato tuyo en TR, unas historias originales, muy bien contadas, con un sello personal muy singular que no deja indiferente.
      Ciertamente, el espantapájaros es el protagonista por doble motivo, de ahí el minucioso retrato para que el lector lo vea, como si lo tuviera delante, y se meta en la historia.
      En efecto, desarrollar el argumento a través del diálogo hace que la trama fluya con más naturalidad.
      Muchas gracias, Ariel. Un abrazo.

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    2. Felicitaciones, Paco, por la mención que has logrado en el Tintero, me ha puesto muy contento, compañero. Te he puesto mis felicitaciones en otro sito, pero quería dejártelas escritas aquí, en el blog, que es como la casa de uno. Y en definitiva es el lugar en el cual uno pone el relato a consideración de los demás. Un abrazo grande.
      Ariel

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  16. Sorprendente final Paco, mientras se va leyendo la historia no se imagina el desenlace.
    Muy bueno. Suerte en el concurso del T. de Oro.
    Un abrazo
    Puri

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    1. Esa es, precisamente, la idea, Puri: presentar una historia amable, en apariencia ,para que el lector se vaya sintiendo a gusto, se relaje...y sorprenderle con un inesperado giro final.
      Muchas gracias, Puri. Un abrazo.

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  17. Un estupendo relato, Paco, inquietante de principio a fin. La mezcla de elementos que pudieran resultar absurdos o fuera de lugar en una realidad razonable, mezclados con otros completamente verosímiles, nos mentiene en guardia todo el tiempo para saber qué debemos esperar. Finalmente asistimos a un desenlace trágico, y lo siento por la esposa, pero totalmente coherente con el argumento. Muy bueno. Por cierto, la descripción de la cabellera del "espantapájaros" me ha hecho reír de lo lindo.

    Un abrazo y mucha suerte en el Tintero.

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    1. Pues nada, Julia, que me alegro un montón por haber logrado inquietarte, estar en guardia y alerta y hasta divertirte. Esta diversidad de emociones provocadas colma sobradamente mis expectativas.
      Un abrazo.

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  18. Hola, Paco: Gracias por tu invitación. A mí no se me cae el sombrero: me lo quito, admirada de tu talento. Un argumento original y una factura magistral. Excelente.

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    1. Pues a mi se me caería si lo llevara abrumado por tan elogioso comentario. Muchas gracias, Beba. Un abrazo.

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  19. Hola Paco, qué bien has narrado esta historia. Me ha gustado desde el principio, los personajes tan bien delineados. Con trazos de humor. El final trágico concluye el cuento y sorprende. Un abrazo.

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    1. Siempre es una buena cosa que un relato te guste desde el principio. Por lo demás, creo que resumes bien el cuento, con frases cortas, abarcando los diversos aspectos que conforman su estructura.
      Un abrazo, Miry.

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  20. Genial historia Paco, realmente me mantuve intrigado de inicio a fin, de momento creí estar en una sala de cine mirando la escena de una típca película americana. Suerte

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    1. Así me gusta, Xavier, que como lector te metas en la trama y vivas la historia como si estuvieras en el lugar del protagonista. Ese es el mejor elogio que me podías hacer.
      Un abrazo.

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  21. Bueno he tardado en pasarme por aquí pero al fin ha llegado el momento. No es mi mejor época para dedicar tiempo para esto, espero que vengan tiempos mejores. Escalofriante tu relato Paco, que nos lleva a esos parajes del salvaje oeste donde el tiempo pasa a otro ritmo y se pueden hacer kilómetros y kilómetros sin ver a nadie. Larry no hizo caso de las advertencias del espantapájaros, aunque seguramente nada podría hacer para esquivar el destino.
    Te deseo mucha suerte en el Tintero, yo en esta edición estoy castigado por haber subido al podio en la anterior. Un abrazo.

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    1. Ya lo habías comentado en su momento en TR. Tu problema,Jorge, bendito problema, es que como sueles frecuentar el podium estás castigado a menudo. Vete preparando el de mayo, para cuando termine tu feliz condena.
      Un abrazo, amigo.

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  22. Con un poco de retraso respecto a lo anunciado, te devuelvo la visita que hiciste a mi blog "Retales de una vida" y al relato El visitador médico I (¿te quedaste sin conocer el final?).
    Debo admitir que tu relato me ha atrapado desde un buen inicio, lo cual es prueba de tu pericia a la hora de desgranar una historia que ya previene al lector de un desenlace sorpresivo. Me ha gustado mucho. Espero volver con frecuencia, aunque el número de blogs a seguir va creciendo hasta límites incompatibles con el tiempo libre.
    Un gusto leerte. Saludos.

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    1. Celebro que el relato te atrapara, Josep, ese es mi objetivo cuando escribo. Ahora ando liado leyendo todos los relatos participantes, pero ya me paso, en cuanto pueda, a terminar el tuyo.
      Un abrazo.

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  23. Hola Paco,
    He leído con atención el relato, que me parece bien estructurado y propio para el disfrute. Como bien dices es de lo que a ti te gustaría leer, y a mi también. He de confesar que quizá por eso me siento un poco frustrado con la resolución final.
    Se me escapa y no soy capaz de encajar la frase que parece que el narrador utiliza como clave de bóveda del relato :
    Puede apostar lo que quiera a que el sombrero se le va a caer. Y eso es molesto, amigo, eso es terriblemente molesto.”
    El caso es que esa frase no tiene nada que ver con la que dijo el espantapájaros en la presentación: Es que se me cae todo el tiempo, ¿sabe?.
    Es decir, «Se me cae» versus «Se le va a caer» sin mediar algún paso, a este lector le desconcierta, y es una pena.
    Un abrazo, gracias por este aporte y que las puntuaciones te sean propicias

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  24. Caramba, Javier, pues sí que hilas tú fino, y nunca mejor dicho. Las dos frases son absolutamente lógicas y coherentes con la estructura del relato, expresan lo mismo de dos formas distintas, siendo la segunda fruto o inspiración de la primera.
    La primera frase la dice realmente el espantapájaros de la gasolinera; la segunda, es lo que imagina Larry que diría aquel sobre el disfraz de su hijo al no haber podido conseguir la lana roja. Nunca, en ningún caso, se trataría de repetir la misma frase. Mucho me temo que no has captado del todo el sentido del texto, sólo se trata de echarle algo de imaginación al asunto, tampoco mucha, la verdad, tal como hicieron el resto de los que lo leyeron y comentaron.
    Saludos cordiales.

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  25. Es así como dices : "expresan lo mismo de dos formas distintas" (siendo la segunda fruto o inspiración de la primera). De ahí mi comentario y de ahí mi referencia a la clave de bóveda de la estructura del relato. En arquitectura la clave es la dovela central y sin ella la estructura se cae o al menos es inestable. La clave es la última pieza que se coloca y evidentemente tiene la misma forma que el resto de dovelas (en realidad es algo más grande y decorada ;-). Pero sucede que hasta que no se coloca la clave, es necesario sostener el resto de dovelas con una «cimbra» si quieres que las bóvedas no se vayan al garete.
    Utilizo adrede esta metáfora arquitectónica, porque eso es lo que echo en falta cuando digo que tal vez (o no) falte algún paso a modo de "cimbra" arquitectónica para el lector fiel que sigue el relato. Y eso además de la "inspiración"o imaginación que se le supone(o más bien se le exige) más allá de lo que debe ser una lectura comprensiva.
    De cualquier modo, te pido que tomes mi comentario solo como un homenaje a tu buen hacer y te digo con toda sinceridad que lo siento si te he producido la mínima incomodidad con ello. Te garantizo que no volverá a suceder.Un abrazo

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  26. Incomodidad, para nada, Javier. Las críticas razonadas siempre son de agradecer pues ayudan a mejorar.Ahora bien, sigo creyendo que no falta ninguna pieza y que todas encajan perfectamente en la armazón estructural. Por lo demás es admirable tu dominio del arte arquitectónico.
    Un abrazo, Javier.

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  27. Nada que objetar. Puede considerarse como desvarío temporal de un lector ingenuo. Un abrazo

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  28. Llego el último pero no con menos interés.
    Un relato que engancha aún presintiendo que algo trágico nos tenías preparado para el final del mismo como así ha sido.
    Que la suerte por tu buen hacer te acompañe.
    Un abrazo.

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    1. Celebro que te haya enganchado, tocayo, eso es lo mejor que le puede pasar a un relato. Un abrazo.

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  29. Aunque cuando menciona por primera vez la obra de teatro del hijo ya he pensado en El Mago de Oz, eso no ha evitado que me intrigara a dónde nos llevaría el hilo rojo. Muy bien hilado, nunca mejor dicho. Un saludo.

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    1. Eso demuestra que conoces bien la trama de ese clásico de la literatura. Me alegro de que te gustara. Un abrazo.

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  30. Hola, Paco. Una historia con tu siempre estilo lleno de suspense. Unos diálogos que desarrollan al personaje del espantapájaros, aparte de tu descripción tan visual del mismo. Y luego ese final inesperado, que nos revela quién era realmente ese hombre con forma de espantapájaros, o al menos lo deja entrever. Muy bien hilado, esperemos que con un hilo de otro color que no sea el rojo.
    Me alegra encontrarte por fin por el mundo de los blogs. Tengo una lista de blogs en los marcadores del navegador, y a ti te tenía guardado, pero como no tenías blog, tenía en favoritos tu perfil de tussrelatos.com. Ahora ya puedo guardar este blog.
    Un saludo, Compañero.

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    1. También a mí me alegra encontrarte por aquí, Ricardo. Creo que la historia ya la comentaste en su momento en TR.
      Mucha suerte con esa nueva revista en la que colaboras. Un abrazo.

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  31. Enhorabuena amigo Paco, ha sido llegar y besar el tintero ¿ehh?, no está nada mal tu aterrizaje. Estoy convencida que tendrás muchas más y buenas historias que contarnos y eso sí que es un pedazo de premio para tus lectores.

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    1. Pues, sí, Isabel, la verdad es que no me quejo. Tengo unas cuantas historias, en efecto, y será una gran suerte compartirlas. Tú sigues ahí arriba, creo que ya te toca ganar el oro de una vez, ya te lo estás mereciendo. Muchas gracias por esos 7 puntos que me diste y por tu generoso comentario. Además, me satisface ver como mi votación coincidió con en los 4 primeros puestos con el resultado general, aunque en distinto orden: Tara (10), Emerencia (9), Bruno (8) y Ariel (7).
      ENHORABUENA, Isabel. Un abrazo.

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    2. Pues siete veces gracias por esos siete puntazos compañero;)

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    3. ¡Ahhhh nooo me equivoqué! Despistada soy caramba

      Diez veces gracias Paco por esos diez estupendos puntazos.

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    4. Muy merecidos, Isabel, nada que agradecer.

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  32. Estreno con una mención honorífica Paco, que no está nada mal. Seguramente después de este vendrán mucho más éxitos. Enhorabuena!

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  33. Gracias, Jorge. Aproveché que faltabas tú y alguno más de los fijos ahí arriba. Nos vemos en el de junio, supongo. Un abrazo.

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  34. Me ha encantado. Excelente.
    El final me dio un escalofrío.
    Muy bueno, Paco.

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