No
existe en todo el planeta Tierra, ni aún en la inmensidad del Universo, fuerza
alguna con la que se pueda comparar…
…RELATO
BASADO EN HECHOS REALES...
( ... Domingo, 2 de febrero de 2014... )
Un
buen día, o malo, según se mire, llegó bramando de ira, en busca de los hijos
que le habían arrebatado.
Cuando
al fin los encontró, su furia de madre se multiplicó hasta el infinito.
Embistió con saña, una y otra vez, tratando de derribar los muros que la
separaban de sus retoños.
En
su torturada memoria, cósmica y primigenia, latía el recuerdo, insufrible
tormento, del momento aciago en que sus criaturas le fueron arrancadas de las
entrañas...
(... Unos 5 años antes... )
...Guiada por su atávico e intemporal instinto, rastreó sus huellas entre las arenas de innumerables playas. Ebria de dolor, derramó sobre ellas sus lágrimas amargas. Con renovados bríos, trepó los acantilados. Desesperada, berreó su impotencia, cuando las rocas hostiles sofocaban sus ansias y destruían sus esperanzas.
Exploró
las cuevas. Barrió todos los rincones. Voceó sus nombres al viento. Nada. Sólo
abismos. Negros y vacíos. Y por toda respuesta, los ecos tristes del silencio.
Anduvo
por los muelles, lamiéndose las heridas, como un perro vagabundo y apaleado.
Yendo y viniendo, yendo y viniendo. Siempre los mismos pasos, avanzando impetuosa
e imparable. Siempre los mismos lamentos, batiéndose en penosa retirada.
La
vieron merodeando entre los barcos. Meciéndose al compás de su infortunio.
Acunando nanas fúnebres. Susurrando melodías, salvajes y desgarradas.
Fueron
días, meses, años de búsqueda sin tregua...
(... Domingo, 2 de febrero de 2014...)
...Y una tarde de Febrero, oscura y tormentosa, sus denodados esfuerzos se vieron, al fin, recompensados.
La
larga espera y el odio fermentado desbordaron la inmensa energía acumulada. Su
fuerza creció hasta el paroxismo. La cárcel de sus pequeños fue un juguete
entre sus garras. Némesis implacable, abatió las barreras como castillos de
paja.
Penetró
dentro y los halló flotando, inmóviles e incorruptos. Parecían dormidos, eso pensó y así los recordaba.
Al
fin comprendió. Un feroz alarido de rabia estremeció el edificio hasta los
cimientos. Luego se retiró llevándose con ella los ataúdes de cristal. Por
delante, el horizonte interminable. Tras ella, sólo destrucción y caos.
Reventó,
después, los féretros transparentes y retornó con sus hijos al hogar. A las
ignotas profundidades, de donde nunca deberían haber partido.
Había encontrado aquello que tanto había buscado a lo largo de un lustro interminable. La epopeya había
consumido sus esfuerzos. Recuperó lo que le habían robado, lo que por Ley era
suyo y por Naturaleza le pertenecía.
La Madre, tranquila, descansó feliz. Ahora, todo estaba bien.
La
noticia apareció el lunes siguiente, 3 de febrero del año 2014, en el diario “La Nueva España”
de Oviedo:
“Un
terrible temporal, con olas de 15 metros, destruye el aula del Cepesma de
Luarca. El Museo del Mar albergaba una decena de ejemplares de calamares
gigantes. Se trataba de especímenes de hasta 11 m. de longitud, parientes
lejanos del fabuloso Kraken que, según la leyenda, atacaba los barcos y
asesinaba a los marineros. Su hábitat se localiza en una fosa abisal situada
frente a la costa asturiana, a la altura del cabo Peñas. Estaban tasados en
unos dos millones de euros, pero su valor como tesoro oceanográfico es realmente
incalculable, por tratarse de ejemplares únicos e irreemplazables.
A lo
largo del muelle y el espigón aparecieron esparcidos los restos retorcidos de
las grandes urnas de cristal que contenían los colosales cefalópodos. De sus
cuerpos, en cambio, no se halló el más mínimo despojo.”
El mar, la mar, calmada, descansó satisfecha. Sí, realmente, todo estaba bien,
ahora.
FIN
Un relato muy gráfico donde describes la fuerza del mar, en este caso de la mar como madre. Terrible cuando se pone brava, temible cuando se contraria. Si la otra madre (Tierra) se cansa algún día de los parásitos que tiene encima y se los sacude, no quiero ni pensar donde y como acabaremos todos.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte.
La Tierra ya se manifiesta de vez en cuando. Ahí están los terremotos, tornados, volcanes...Motivos para el cabreo le sobran. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, tocayo.
EliminarMagnífico relato donde sólo una segunda lectura me lleva a comprender que la mar siempre arrebata lo que es suyo. Un abrazo
ResponderEliminarMás que arrebatar, recupera lo le han arrebatado. Conociendo el final, ya lo lees con otra perspectiva. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Mamen.
EliminarMagnífico. Muy bien construido y un final que impresiona. Felicidades.
ResponderEliminarEsa era la idea: impresionar con el final, así que, objetivo conseguido. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Marta.
EliminarUna madre es una madre, y su furia no conoce límites.
ResponderEliminarBuen relato Paco. Te deseo mucha suerte.
Sí, creo que es una buena comparación con lo que puede hacer una madre por sus hijos, hasta dar su propia vida. Muchas Gracias por el comentario. Un abrazo, Bruno.
EliminarHermosa historia, dinámica y sugestiva. Original el recuuso para marcar las secciones. Suerte, amigo.
ResponderEliminarPues si te parece un relato hermoso, dinámico y sugestivo, no puedo menos que sentirme satisfecho. Lo de las fechas intercaladas lo hice para estructurar el relato evitando la confusión entre el pasado y el presente. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Beba.
EliminarAtractiva rememoración de un terrible suceso real, donde queda constancia de la fuerza de la naturaleza para recuperar lo que se le ha robado, en este caso, los retoños de esa madre coraje.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte.
Yo visité el Museo poco antes de ser destruido. Quedó que daba pena verlo. Realmente parecía que la mar, movida por una furia sobrehumana, se había ensañado con él. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Estrella.
EliminarLa mar, en femenino, ejerciendo como madre amantísima de sus retoños como si fuese una verdadera madre humana. Un relato cargado de fuerza, construido con frases contundentes y símiles acertados. Como han comentado antes, en una segunda lectura la historia muestra toda su dimensión. Mucha suerte en el Tintero, Paco. Un abrazo.
ResponderEliminarEn efecto, parece que la mar como la calor, dichas en femenino resultan más formidables y atemorizantes. Hacía poco que había visitado el Museo de Luarca y, al contemplar la impresionante destrucción causada unas semanas más tarde, se me ocurrió el relato. Intenté que el lenguaje empleado reflejara, en la medida de lo posible, toda esa fuerza destructora. Celebro haberlo logrado, al menos en parte. Luego, claro está, volviendo a leerla después de conocer el final, puedes entender el verdadero significado de las expresiones. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Jorge.
EliminarSu cólera es terrible y sus castigos duros, pero enormemente justiciera. Magnífico relato de esa madre protectora hasta el final. Suerte en el tintero!
ResponderEliminarLo malo es que a veces se toma la justicia por su mano y pagan justos por pecadores, porque su inmensa fuerza actúa de forma descontrolada e indiscriminada. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Yessy.
Eliminar¡Ay que susto Paco! creí que nos ibas a contar de un legionario y su tatuaje de "Amor de madre" junto a otro de "Todo por la Patria".
ResponderEliminarAhora en serio, Paco, te las has apañado para desde una noticia cierta, (el temporal que destrozó el Museo del calamar gigante de Luarca), hacer una alegoría de la madre mar a la búsqueda de sus criaturas.
Así que hay realismo y hay fantasía casi lírica, con tanta fuerza como la embravecida mar, un binomio que conjugas con equilibrio.
Te felicito Paco, buen trabajo.
Suerte en el Tintero, por fortuna, esta vez no me toca puntuar.
Hombre, lo del legionario también hubiera dado para una buena historia, algunos tatuajes dan mucho de sí. En este caso, como tú dices, es una alegoría que se me ocurrió al leer la noticia poco tiempo después de haber visitado el Museo. Muchas Gracias por tu comentario. Un abrazo, Isabel.
EliminarUn relato muy original, Paco, que expresa con vehemencia contagiosa la capacidad de amor y el poder de una madre, sea la que fuere, cuando de recuperar a sus criaturas se trata. Creo que hay fragmentos incluso poéticos, muy hermosos. El hecho de haber creado semejante texto a partir de una historia real, más o menos prosaica, tiene mucho mérito y más cuando el resultado es tan cuativador.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte en el Tintero.
Sí, es cierto que a ratos me dejé llevar por la vena lírica quizá porque la noticia me impactó emocionalmente. Además, la mar da mucho juego en la literatura pues resulta fácil atribuirle sentimientos y reacciones propias de los humanos. Muchas Gracias por tu comentario. Un Abrazo, Julia.
Eliminarun placer el haberte encontrado en mi camino Hoy he descubierto blogs divinos
ResponderEliminarPues nada, aquí estamos, pásate siempre que quieras. Tus comentarios serán siempre bienvenidos. Saludos cordiales.
EliminarImpresionante, Paco. Lo ves venir por la fuerza narrativa que parece arrasar con todo, pero solo eres consciente del poder real de esa venganza justiciera cuando das ese giro al relato para introducir la noticia de prensa. Terrorífico, espantoso; sí, pero el lector está de parte de la madre: "En su torturada memoria, cósmica y primigenia, latía el recuerdo, insufrible tormento, del momento aciago en que sus criaturas le fueron arrancadas de las entrañas..."
ResponderEliminar¡Qué gran relato!
Un placer leer todo lo que escribes. Un abrazo.
Celebro un montón que te haya gustado mi relato, y que, como portavoz oficiosa de los lectores hayas hecho una acertada interpretación de la historia con ese párrafo que citas literalmente. Por lo demás, ya te habrás dado cuenta que acostumbro a usar los giros argumentales con cierta frecuencia.Muchas Gracias por tu comentario. Un Abrazo, María Pilar.
EliminarMagnífico relato ecologista, amigo Paco, tratado con tu exquisitez habitual y que no esconde una denuncia tan clara como contundente. Además, la estructura del texto me ha gustado mucho. ¡Enhorabuena por todo ello!
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en EL TINTERO DE ORO.
Un fuerte abrazo.
Aunque no era esa la idea inicial, al menos, no conscientemente, sí es cierto que el relato puede interpretarse en clave ecologista, aunque tendría más sentido si lo destruido por el mar fuera un barco ballenero o un astillero donde se construyeran superpetroleros. Muchas Gracias por tu comentario. Un Abrazo, Patxi.
EliminarLa mar tarde o temprano se lleva a sus entrañas lo que en su día fue de ella.
ResponderEliminarMuy bien reflejado este caso que en su día paso sin pena ni gloria entre las noticias.
Un abrazo Paco y suerte en el concurso
Puri
Últimamente, más que por recuperar lo que le quitamos, estará más preocupada por devolvernos toda la porquería que le echamos. Aquí en el occidente de Asturias, al menos, la noticia tuvo bastante repercusión. Muchas Gracias por tu comentario. Un Abrazo, Puri.
Eliminarawesome article.
ResponderEliminarthank for sharing & have a nice day
Relato muy atrayente, con buenos recursos narrativos sobre todo para organizar la trama. Buena valoración con toda probabilidad. Gracias colega
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado. Utilicé las fechas para diferenciar pasado y presente y evitar así confusiones. Muchas Gracias por tu comentario. Saludos, Javier.
EliminarHola Paco, no hay nada como la Madre que pare. ¡Qué relato nos traes! Nos llevas engañados por esa foto de amore de madre y acabas ahogándonos en el mar. Esa madre batiente, enemiga de acantilados, meciéndose al compás, desbordando energía; esa madre cargada de venganza llevándose sus crías encerradas en
ResponderEliminarataúdes de cristal. Me gustó como a partir de la noticia (por cierto estuve en Luarca hace poco)sacas la historia y haces madre la mar con esa prosa que te caracteriza, lírica. Un abrazo compañero
Efectivamente, la foto está puesta con toda la intención: la madre con sus hijos y el mar al fondo. Busca despistar, pero nunca engañar, porque la verdadera protagonista se encuentra ahí bien presente. Me gusta mucho el acertado resumen que haces de la historia. Celebro que te haya gustado. Mucha Suerte en El Tintero. Un Abrazo, Eme.
ResponderEliminarPaco me ha gustado leerte
ResponderEliminarMe alegro, Trini. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la asimilación de la madre y el mar. Un relato muy bien descrito. Mucha suerte en el Tintero. Saludos.
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado esa supermetáfora. La verdad es que no resulta difícil establecer la comparación. Mucha Suerte en El Tintero. Un Abrazo, Bea.
ResponderEliminarPacooooooo!!!!!!!!!!!!!! ¡Felicidades! ¡Otro Oro para la colección!
ResponderEliminarUn abrazo muy grande y que tengas un estupendo veranaito compañero.
Muchísimas gracias, Isabel. Pues sí, otro Oro que me hace mucha ilusión, y además queda muy chulo en el blog. Pasa un verano estupendo, aunque ahí por tu tierra casi lo disfrutais todo el año. Un fuerte abrazo, AMIGA ESCRITORA.
ResponderEliminarFelicidades Paco por ese Tintero de Oro, que están empezando a abundar como setas en el margen de tu blog. Un abrazo y feliz verano.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge. Esta vez ha estado reñida la cosa. Enhorabuena, también, por esa Mención a tu relato que yo creo merecía bastante más puntuación. Pasa muy buen verano. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarUn relato, sin duda, merecedor del premio conseguido. Consigues que empaticemos con la mar, la madre que enfurecida no se rinde en una búsqueda poética de sus hijos arrebatados. La fuerza de la naturaleza que consigue encontrar lo que los humanos le robamos. Me parece un gran relato. Deberíamos ser más humildes y respetuosos con nuestro planeta. Felicidades por otro Tintero que ya casi no cabe en tu blog. Un abrazo y felices vacaciones.
ResponderEliminarMuchas Gracias, Jose, por tu generoso comentario. Bueno, últimamente, tú también te los llevas a pares. Nos encontraremos en el Tintero de Diciembre. Pasa un Feliz Verano. Un abrazo.
ResponderEliminarJo, no me extraña que te llevaras el Tintero de oro. Tu relato tiene un subtítulo implícito: con la Naruraleza no se juega, que cuando la atacas, puede ser inexorable. Enhorabuena, Paco. Eres un magnífico escritor.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
Muchas Gracias, Ana. Es cierto que la Naturaleza a veces parece vengarse por lo mal que la tratamos. Pasa un Buen Verano, Ana. Un fuerte abrazo.
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